lunes, 20 de mayo de 2013

Cronicas

Bueno, a ver como les sale hoy el partido. Voy a prepararle la ropa, porque este si espero a que lo haga él me puede dar el sol. Como una buena madre, meto de más, por si llueve, por si se le rompe algo, por si…. Así somos las madres; pero si no fuese por nosotras…Le preparo una buena comida, ¡que no le falte de nada¡. Éste va a salir como una moto con lo que le he puesto y como se deje algo, verás.

Hay que ver, parece mentira, lo veo vestido y me acuerdo de cuando lo llevaba por primera vez a entrenar y conoció a sus actuales compañeros. ¡Qué tiempos¡. Como han crecido y sin darnos cuenta, y lo que han progresado. Bueno, lo voy a dejar que me puesto muy ñoña.

¡Vamos, recoge las cosas que nos vamos¡¡Qué llegamos tarde¡. Esta gente nunca tiene prisa y luego se quejan de que no hemos llegado a tiempo.

Bueno, al fin y al cabo también echamos un buen ratito con las demás mientras juegan, en los entrenamientos más que en los partidos en los que los nervios nos comen. Hoy para más inri jugamos contra los Salesianos, nuestro antiguo equipo. Otra vez me vienen recuerdos, ¡que tonta¡. Hoy hay que ganar como sea. Es un día especial.

¡Ya va a empezar¡. Vámonos a esta banda que es donde chutan. De entrada salen Fernando, José Manuel, Jorge, Carlos, Rubén, Dani y Víctor. En la banda, Álvaro, Niko, Jorge R., Javi y Juan Antonio. Ha venido a verlos Iván.

El partido empieza algo disputado. Con más posesión nuestra, pero ellos también parecen estar dispuesto a todo. Se suceden algunas ocasiones como un tú a tú con el portero de Dani que para, un tiro al larguero de Javi, un gol anulado que todavía no sé por qué...

Pero lo peor ocurrió una internada de su número 4 y posterior centro hace que consigan adelantarse. Nos miramos y no sabíamos que decir. De repente uno de nosotros grita ¡vamos equipo¡ y reaccionamos todos.

Álvaro cuaja un buen partido en defensa, como los demás y Rubén en el medio se muestra intratable. Pero no llega el gol, hasta que en una de las muchas que hubo, Dani en un

contraataque mete el 1 a 1.¡Que alivio, justo antes del descanso¡ Un gol psicológico. En el segundo tiempo, la situación es la misma. Últimamente nos ocurre lo mismo, dominamos, tenemos ocasiones, pero nos cuesta despegarnos. Se suceden varias con tiros que su buen portero para. En una falta, José Manuel tira a puerta y mucha gente grita gol. Amí también me lo pareció, pero el árbitro pita fuera. Me fui a preguntarle a la gente que estaba tras la portería y me lo confirma, ha sido gol y se ha salido por un agujero de la red. Lo reconoció hasta el portero de ellos. ¡Vaya tela, vaya tela¡. Ya van 2, con el trabajito que cuesta meterlos.

Los nervios eran cada vez más grandes, pues quedaba muy poco tiempo, hasta que se produce una falta al borde del área y es prácticamente la última oportunidad. La tira Javi y golazo. Todos corren y se abrazan como si hubieran ganado la copa. Y nosotras si pudiésemos también iríamos. Cuando pita el partido, todos corren hacia la banda y se tiran al césped como a la piscina, estaban pletóricos. Ese es el espíritu de equipo que quiere nuestro entrenador. Por cierto, hoy no ha podido venir por motivos laborales. Se habrá comido las uñas. Ha estado León, en su debut en solitario como entrenador. No vea los nervios que tenía, pero lo ha hecho muy bien.

Bueno, hoy ha traído la merienda Lorena y Mª Ángeles la trajo el partido suspendido ¡Qué bien les va a sentar¡

Ahora, una buena ducha y a escucharlo por el camino relatándome el partido. ¡Que sean felices¡, eso es lo más importante, y eso no les va a faltar.

¡Enhorabuena equipo¡

Cualquiera de nosotros

Cronicas



miércoles, 23 de enero de 2013

Jornada 6ª Copa Diputacion


 Jornada 6ª Copa Diputacion 


El proximo Sabado, si la metereologia lo permite, la Escuela de Futbol, se desplazara a Benalup donde se celebraran partidos en las categorias Prebenjamin, Benjamin y Alevin. 
Hora de citacion/Salida de autobus 08:30 desde el Pabellon Cubierto, frente al Bar Mi Suegra. 

Las citaciones  para los alumnos seran repartidos por los monitores correspondientes.
El Horario de inicio de los partidos sera a las 10:00 horas en Benalup.
 

Un balon de oxigeno

               CRÓNICAS DE UN PARTIDO
UN BALÓN DE OXÍGENO, POR FAVOR”
Bueno, llegaron las navidades, a descansar un poco y a disfrutar de la familia. De repente suena el sonido del whatsapp. Miro y es un mensaje de J. Carlos “ partido amistoso contra el Zabal , y después partido de los padres”. Inmediatamente una imagen se me pasa por la cabeza, la mía asfixiado en el campo. Pienso entonces, ¡tendré que ir a hacer footing que si no, no voy a dar la talla¡. Pero después me motivo, ¡ah, los demás tienen que estar igual¡ ¿no?.

Cuando se lo comento a mi hijo las risas se escuchan al otro lado de la casa y mi mujer se acerca, ¿qué pasa?. ¡Qué papá va a jugar al futbol con los demás padres¡. ¿Tú estás loco?, pero si no le has dado a la pelota desde hace tiempo. ¡Te va a pasar algo, seguro¡. La verdad es que, a pesar de todo, tenía ganas de jugar, de echar un rato “agradable”.


Esos días, como algo menos, como si eso fuera a arreglar algo. Pero en el fondo sé que voy a aguantar, aunque me quede en el intento. El tema se convierte en el cachondeo familiar: ¡no comas tantos polvorones que…; no bebas tanto que es malo para los deportistas; ¿Qué te van a traer los reyes, una botas multitacos?, o una botella de oxígeno…
¡Se van a enterar estos¡ Estoy deseando que llegue ya ese día.
¿Cuántos vendrán?,¿seremos suficientes?. Espero que sí, por lo menos para poder hacer cambios y así disimular mi “quemaera”. El día anterior preparo mi equipación y digo,¡ pero si no tengo nada¡. Bueno me pondré lo que pueda y lo que Dios diga.
Llega la hora H, y cuando salgo del cuarto de baño mi hijo dice riéndose de mí ¿Dónde vas así, a esquiar o a jugar al futbol?. Lo miré con cara de pocos amigos y le dije, ¡anda tú concéntrate en lo tuyo que…¡ intentando desviar la atención. Miro hacia atrás y mi mujer y mi hija me miraban con cara de decir ¡vaya pinta que lleva¡. Entonces comprendí que hacía mucho tiempo que no jugaba, pero ya había que seguir como fuera.

Ya en el campo empiezo a distinguir por la indumentaria a algunos de los que vamos a jugar. J. Carlos concentra a los niños en la sede y después los pone a entrenar. Se une al grupo Juan que entrena también con ellos, pero faltan algunos que estaban malos o fuera de Algeciras. Nos enteramos de que el equipo rival juega en la provincial, por lo que son de categoría superior. ¡ Va a ser una buena piedra de toque para medir nuestras fuerzas para lo que nos queda de liga¡.

El partido lo juegan: Fernando, Jorge, Abel, Nicolás, Juan, Rubén, Carlos, Víctor, Juan Antonio, Jesús, Jorge R,, Dani y Javi. J. Carlos se dirige a Alex, el padre de Carlos y le entrega el silbato ¡vas a arbitrar¡. ¡Menos mal que me he librado¡, pienso para mí. Entonces, con muy buen criterio se dirige a la afición del otro equipo y les dice ¡el primer tiempo lo arbitro yo, pero el segundo alguno de ustedes¡. No se iba a comer el marrón él sólo. Pero la verdad, que tanto uno como el otro lo hicieron de maravilla, además la afición y los jugadores y entrenadores contribuyeron a una buena harmonía en el campo.
Al fondo, un niño pequeño de la otra afición se convirtió en la atracción por sorpresa de los momentos previos, imitando a los cracs de la liga española. Un autentico showman de tres años que nos hizo reír un rato.

Comienza el encuentro y enseguida pudimos comprobar el nivel del rival con los toques de balón tan precisos y con sentido que hacían todos sus jugadores, especialmente su centrocampista que sin grandes recorridos era el dueño y señor del centro del campo y de la distribución de su juego. Pero allí estaban nuestros chicos, corriendo como jabatos, no dando un balón por perdido, muy sólidos en defensa, entre ellos Jorge que se marca un partidazo con sus botas nuevas; Rubén y Carlos, todo pundonor contrarrestando el juego de ellos en el centro del campo; Juan y Abel defendiendo bien, al igual que Nicolás que incluso sube y remata desde fuera del área a puerta con peligro en varias ocasiones; Víctor, Juan Antonio, Javi, Jorge R. y Dani batallando arriba por las bandas y con desmarques por el centro. 

El partido era un tuya y mía en cuanto a juego y ocasiones. Las suyas, como no, desbaratadas por nuestro porterazo Fernando, y por los palos. En una internada por la banda izquierda Javi se va de su contrario pero al rematar se la para el portero. Pero en otra jugada idéntica, tras haber aprendido de la anterior, remata cruzado logrando el 1 a 0 para nosotros. Todos gritamos de alegría y los niños se abrazan igual que cuando se juegan 3 puntos. Pero en una jugada desafortunada nos metemos gol en propia puerta, y el partido se coloca en 1 a 1. 

Cuando se acaba la tensión del partido en el descanso recuerdo que después vamos a estar nosotros ahí y comentamos entre algunos ¡ no veo a muchos padres para jugar¡ ¿jugaremos?.
Comienza la segunda parte y todo sigue igual, un partido muy equilibrado en dominio y ocasiones. Pero llega una incursión por su banda izquierda y nos meten el 2 a 1. Es cuando el equipo reacciona y empezamos a dominar la situación como nos pasa en otras ocasiones en la que el rival se va desinflando poco a poco. En una falta desde la banda derecha Jorge R. se prepara a chutar desde lejos y todos desde la banda le empujábamos ¡ánimo, que tú puedes, dale fuerte¡. Efectivamente la mete hacia dentro y en un intento de despeje se meten el balón por alto, es el 2 a 2. El partido parecía estar ya consensuado y con este resultado termina, con el posterior saludo entre ellos y a la afición.
¡Ahora nos toca a nosotros¡. Todas las miradas se dirigen a J. Carlos para preguntarle ¿hay gente suficiente?¿hay partido?. ¡Claro que sí¡. Entonces me viene una sensación extraña, pero predomina la del deseo. Es una buena idea, para convivir entre nosotros, para el disfrute de nuestros hijos, y para bajar el turrón acumulado. ¡Vamos allá¡

Cuando salto al campo, veo a los compañeros tocando el balón y me incorporo. Enseguida noto que aún no se me ha olvidado y pienso ¡qué gozada jugar en un campo así¡ ¡ojalá lo hubiésemos tenido nosotros de pequeño¡. De repente recuerdo que debo estirar, que si no me van a dar tirones por todos lados. Tanta buena vida acumulada ahí dentro y mi edad, pueden pasarme factura si no lo hago.
Los niños se sientan en la banda en plan fiesta como si lo que fueran a ver fuese algo de broma. Pero pronto comprueban que no, y alguno hasta se sorprende de nuestro toque, de nuestra colocación innata, del ímpetu por cada balón, de cómo sin entrenar y sin dirección éramos capaces de hilvanar jugadas de toque. Entre ellos escucho decir sorprendidos ¿ y cuántos años tienen?. Al final estaban deseando participar de aquello y J. Carlos los va rotando para que todos jueguen. Lo bueno es que a pesar del esfuerzo nos divertíamos, clave para que todo salga bien. En las gradas nos veían con asombro, ¡y sin cambios¡.
Qué hora más larga, es como si cada minuto fuesen 15, y cada carrera un maratón. Llegó un momento en que a una ida no le acompañaba una vuelta y que un pase se convertía en un ladrillo o una pérdida.
Por un lado íbamos; J. Carlos, evidentemente el más preparado; Alex, padre de Carlos, dando muestra de lo que atesora de antaño; Juanjo, padre de Jorge R., con un toque sutil de balón; Paco, padre de Javi, bueno, le echaba coraje al asunto y, Fernando y el resto de niños, ayudando al equipo. Por el otro: Sebastián, padre de Nicolás, daba muestra de buen manejo de la pelota; Víctor, padre de Víctor, de fuerza y presencia; Rubén, tío de Carlos, de buena visión del juego y toque de balón; el padre de Abel, de desborde por la banda; Toño, de buena preparación física y visión del juego, y un amigo de Alex de pundonor y entrega. También hay que nombrar al hermano de Juan Antonio que nos echó una mano. Como no importaba el resultado, nos inventamos una tanda de penaltis para resolver… “nada”, pues lo de menos era ganar.
Sí señor, todos nos debemos dar las gracias por este buen rato tan desinteresado y, que a pesar de las distancias, dieron detalles muy buenos, dignos de lo mejor. Estos son los momentos que rompen moldes, y si no, recordad aquellas cosas que más os impresionaron de pequeños, seguro que eran las que no os esperabais. Si algunos de nuestros hijos ha sentido lo mismo, “tanto esfuerzo ha merecido la pena” y si no, también.
Cuando me iba del hombro con mi hijo veía en su rostro una mirada distinta a la que tenía cuando comenzó el día y aunque no me decía nada, no hacía falta, su cara lo decía todo.
A ver si la próxima vez somos más, eso sería un buen “balón de oxígeno” para “todos”…
FDO:
CUALQUIERA DE NOSOTROS

Cronicas de un partido

            CRÓNICAS DE UN PARTIDO
              “¡Como cambian los tiempos¡”
Hoy juega mi nieto y aunque cada vez me cuesta más, algo tira de mí como un imán. En realidad siento la necesidad de ver proyectado en el campo mi juventud. Mientras lo veo me vienen a la cabeza muchos recuerdos de antaño y cualquier jugada tiene su calco en una de mi niñez, salvando las distancias.
Mucho han cambiado las cosas y cuando los veo quejarse por el campo donde van a jugar o porque las botas no le gustan o si la hora de jugar es muy mala, casi me hecho a reír cuando lo comparo con no hace mucho en el tiempo.


Aquellos eran tiempos difíciles en los que hacíamos filigranas para contrarrestar con lo más básico la falta de medios y el aburrimiento. Por eso no era más feliz el que más tenía sino el que menos necesitaba. Sacábamos de la nada ingenio para no aburrirnos y cuando llegaba la hora de jugar sólo había que tener ganas.
Por eso, cualquier plazoleta, como la de San Isidro, cualquier pelota como las de trapo que fabricábamos con lo que fuera, cualquier portería limitada por piedras o palos, cualquier calzado como alpargatas, cualquier indumentaria mientras no fuese la de los domingos, y un puñado de amigos, eran nuestros mejores aliados para una maravillosa tarde. 

Cuando la ocasión era especial bajábamos al llano del Calvario y allí disputábamos verdaderos partidos de champions, por lo menos así los veíamos nosotros. Eran otros tiempos en los que nuestros padres nos dejaban jugar en la calle sin temor alguno a lo que nos pudiese ocurrir. Allí nos socializábamos y compartíamos experiencias, conocíamos a más amigos, simplemente convivíamos.
Algunos, algo después, empezamos a jugar en equipos como El Algeciras B, La Corchera, el Español, Acción Católica….y ya en un campo como el del Calvario, que estaba a años luz del que hoy entrenan nuestros nietos. Eran campos de tierra que cuando llovían se hacían impracticables y no hablemos de las pelotas, ya de material y cosidas que pesaban como piedras cuando se embarraban. Para protegernos de las líneas de cosido de éstas cuando las cabeceábamos, utilizábamos un cordel o un pañuelo que liábamos en nuestra frente. Y no hablemos de las botas o de la indumentaria…Y no nos quejábamos a pesar de todo. Éramos felices.

Cuando de repente se me borra el recuerdo y veo la actualidad, con campos de césped artificial, prendas para evitar el frío y el agua, pelotas ligeras, espinilleras para evitar los encontronazos, porterías con red…parece que he aterrizado en otro mundo. Pienso ¿Qué hubiese sido de nosotros con estos medios y aquellas ganas? Pues a lo mejor no hubiésemos sabido apreciar y valorar las cosas como ahora las siento. Si pudiésemos unir estos dos mundos con la tecnología actual, las nuevas técnicas de entrenamiento, los nuevos materiales deportivos… los logros serían máximos. Todos los tiempos tienen cosas buenas, lo útil es aprovecharlas.
El partido de hoy es importante, tras nuestro último tropiezo con el líder. El Tarifa les empató y tampoco van mal, por algo será. Tendrán que estar atentos y salir algo más concentrados en lo que saben hacer.
Para hoy J. Carlos y León han convocado a Fernando, Álvaro, José Manuel, Rubén, Javi, Jorge R., Dani, Juan Antonio, Jesús, Francisco, Nicolás y Abel.
Tras la charla táctica los veo parecer en el campo siguiendo a sus entrenadores. Cuando jugaba no había este tipo de entrenos previos sino que cada uno hacía lo que podía, eso sí con una pelota que nos disputábamos como si estuviésemos jugando ya.

Comienza el partido y a los pocos minutos ellos nos meten el primer gol. Nuevamente hemos salido muy fríos y ellos han aprovechado la velocidad de su punta. Tenemos algunas ocasiones, pero hoy no conseguimos culminarlas, algo así como nos ocurrió con el Bajadilla con los que empatamos. Empatamos el partido a cargo de Rubén. Pero ellos nuevamente se adelantan fruto de su insistencia y de nuestras concesiones. No estamos jugando bien, muy fríos. De nuevo empatamos el partido, otra vez a cargo de Rubén. Pero ellos se adelantan otra vez y por último, gracias a Dios les empatamos a cargo de Abel de cabeza tras rematar de cabeza un corner. No ha sido nuestro día y se nos queda una cara pues hemos tenido ocasión de ganarles, aunque ellos también. La clave también estuvo en su portero, un gigantón de “edad sospechosa” que paró con acierto nuestras ocasiones más claras en manos a manos con Dani, Francisco, Juan Antonio y Rubén.

Mi nieto me dirigió la mirada como si intentara excusarse por, según él, no haber estado a la altura esperada, pero sólo se encuentra una sonrisa y una palabra de ánimo. Recuerdo como era lo que buscaba de pequeño en mi público cuando las cosas no habían salido lo bien que quisiera. Un beso, un abrazo, una palabra de ánimo de los míos eran como una nota de alivio de mi estado de ánimo. Así que lo primero que hice es acercarme al vestuario y esperar su salida. Su cabeza baja se tornaba en sonrisa cuando, cogiendo su cara, le daba un beso de esos que calan hasta dentro. Lo siguiente era recordarle las buenas acciones, y ya cuando el ánimo era el normal recordarle lo que debía mejorar. Aunque ya lo sabía, me escuchaba de otra manera pues sabía que quería lo mejor para él, e incluso lo vio necesario pues ellos necesitan una guía para seguir evolucionando.
Hoy ha sido uno de esos días en el que me mi cabeza se ha llenado de flashes pasados, mezclados con la actualidad. Una mezcla muy agradable, unos recuerdos llenos de olores y sentimientos prolongados en mi nieto y en el futuro. Pasado y futuro, de momento voy a disfrutar del presente, y lo tengo a mi derecha. ¿Vamos al McDonald?. J. Carlos y León van a invitar a sus pupilos. Se ilumina su cara y se apresura al coche, quiere compartir con sus compañeros más tiempo y comer todos juntos. Por cierto, en nuestro tiempo tampoco había McDonald.
FDO.:
Cualquiera de nosotros


Cronicas de un partido



“…SE HA PERDIDO UNA BATALLA, PERO NO LA GUERRA”
¿Los Barrios?. ¡Si, esta semana es contra Los Barrios¡- me contestaba mi padre con cara de circunstancia. El sentimiento era de responsabilidad y preocupación. Ellos habían empatado esta semana y estaban igualados con nosotros. Eso hacía de este partido un paso muy importante para la gloria, algo así como un partido de “champion”.
Cuando llegamos al entrenamiento del jueves vemos la cara de J. Carlos y León y sabemos que hoy iba a ser un entrenamiento especial. Desde el primer momento, la motivación sobrevolaba todos nuestros ejercicios, las jugadas de estrategias, los marcajes, las faltas…y ese partido que jugamos entre nosotros, si parecía que nos iba la vida en cada jugada. Se respiraba presión, tensión, concentración….Estaba claro, este partido va a ser distinto. ¡Vaya como os habéis empleado en el entrenamiento¡-decía mi padre. Sabíamos que como no fuese así, no ganaríamos.
La 1, ese jugador sin marca, abre a las bandas, no hagáis faltas en nuestro campo… Estas frases se repetían en mi cabeza una y otra vez, sin que lo quisiera. De entrada, el mensaje está grabado, pero es la actitud la que nos hace ser grandes y cumplir con todas estas premisas.
Es viernes y quedan muy pocas horas. A veces me hablan y no escucho. A veces oigo y no me hablan. Son esos síntomas que me avisan de que se aproxima el momento.
El partido es en Los Barrios, un campo algo más pequeño de lo que habitualmente jugamos. En los vestuarios los entrenadores nos meten en vena una buena dosis de motivación; no nos debe pasar lo de los últimos partidos, esos comienzos algo titubeantes y fríos. Nos miramos buscando complicidad y así hacernos más fuertes. Cuando alguno de nosotros nos hace una broma nos sale una sonrisa nerviosa. Veo a J. Carlos también nervioso y mirándonos uno a uno como si no quisiese olvidársele algo importante. ¡Venga, salimos al campo¡ nos dice y de repente se me acelera la sangre. No recuerdo el trayecto desde el vestuario al campo, pero sí de cuando ya estaba en él. Parecía un césped distinto. Miraba a mis contrincantes y los veía gigantes. ¡Claro, son benjamines de segundo año¡. ¡Bueno, eso no tiene nada que ver¡-me consolaba yo mismo.
Oía al entrenador de ellos decir, ¡mirad eso es un equipo, concentrados y trabajando, a ver si aprendéis¡. La verdad, no lo esperaba y me sentí más grande, casi tanto como ellos.
Al fondo vi aparecer al árbitro y sabía que la suerte estaba echada y sólo tocaba luchar.
De salida, Fernando, Álvaro, José Manuel, Jorge, Rubén, Juan Antonio, Víctor y Javi. Progresivamente, salieron a lo largo de la primera parte Francisco, Nicolás, Jorge R. y Carlos.
Pronto Los Barrios muestra su juego, basado en la fuerza, el saque del portero, el bote y a esperar el fallo del contrario para que su punta se escape y marque. En el comienzo, el equipo se muestra titubeante, favoreciendo el juego de ellos. Nada más empezar ellos dan en el palo y dan el primer aviso. En uno de esos contragolpes, marcan el 1 a 0. Se presagiaba. Seguíamos cometiendo novatadas y en otra jugada desafortunada ellos meten el 2 a 0. Sabíamos que esto no debía seguir así y , además, ellos tampoco eran gran cosa, eso sí tenían a gente muy alta en la portería y en defensa.
En una jugada personal Víctor de falta le pega duro y bate por alto al portero en un exceso de confianza, ¡pensaría que no iba a poder tirar tan fuerte¡. Es el 2 a 1. Poco después, de nuevo Víctor se va de su marcador, se escora y cruza con dureza la pelota, metiendo un gran gol. Es el 2 a 2. ¡Qué partidazo¡¡Qué emoción¡. Habíamos resurgido de las cenizas y en una jugada de rechaces, Rubén dispara y mete el 2 a 3. ¡Qué pasada, hemos remontado el partido¡. Miraba a nuestra afición y los veía chillar y dar ánimos. Pero cuando éramos ya felices, ellos de nuevo nos ponen las cosas difíciles y nos igualan, 3 a 3.
Acaba la primera parte y J. Carlos y León nos reúnen y corrigen nuestros errores e intentan volvernos a meter en el partido. La verdad que está siendo el más duro, pero creo que por nosotros mismos más que por los aciertos de ellos.
En el segundo tiempo, empezamos de nuevo como comenzamos y pronto se ponen por delante con un 4 a 3. En una jugada embarullada, Javi marca tras quedarse una pelota muerta en la línea de gol con el portero batido. Volvemos a crecernos y las jugadas se suceden en un lado y otro, ellos con los saques lagos de su portero y nosotros intentando llegar con pases, aunque no tan precisos como en otras ocasiones. La sensación es que no nos sale lo que sabemos hacer de sobra. La ilusión vuelve cuando Víctor, una vez más, mete su tercer gol y todo parecía presagiar lo mejor. Pero aún quedaban unos 5 minutos y todo podía pasar.
Desgraciadamente pasó. Ellos nos marcan rápidamente y cuando todos firmábamos el empate, en el último suspiro nos meten el 6 a 5. ¡Dios santo¡¡No puede ser¡¡Qué injusto¡, pensábamos, pero la verdad es que nos habíamos contagiado de su juego, nos habíamos engarrotado mucho y no desarrollamos nuestro juego y lo que habíamos aprendido en los entrenamientos. ¡Pero si no son tan buenos¡¡A estos les ganamos allí¡, decíamos algunos, intentando consolarnos.
Cuando vi la cara de nuestros entrenadores comprendimos que no había excusas que el resultado era consecuencia de lo que habíamos hecho. Sabíamos que no era por no haber luchado, pues nos dejamos la piel en el campo sino de no haber tenido la atención suficiente y no haber seguido las directrices ensayadas.
Nuestros familiares nos aplaudían con entusiasmos para animarnos y mitigar nuestro descontento. Todos seguíamos a J. Carlos hacia el vestuario sin decir ni media palabra y el camino se me hizo eterno. Era nuestra primera derrota, pero vaya derrota.
Ya en el vestuario nuestros entrenadores analizaron cada una de las jugadas que fueron claves para el desenlace y aunque sonaban duras comprendíamos que debíamos escucharlas para no volverlas a cometer. Fue la vez que más tardamos en salir y empezamos a comprender la dimensión que puede alcanzar el futbol en lo emocional.
Ya de vuelta a casa, sólo escuchábamos aplausos y palabras de ánimo de nuestra familia, pero le dábamos su justa interpretación. Me quedo con una frase que escuche una vez a un entrenador al perder un partido de liga: “Hemos perdido una batalla pero no la guerra”, Seguramente no sería suya, pero es lo que nos debe hacer seguir hacia delante con más trabajo y efectividad. En el coche, llegó un momento que mirando por la ventanilla mis oídos no escuchaban nada de lo que me decían y en mi mente sólo se dibujaban escenas, esta vez no tan gratas, del partido y un mensaje que me martilleaba ¡No nos puede volver a pasar esto¡.
Posiblemente, alguna vez vuelva a ocurrir, pero como escuché hace poco a otro entrenador “si me caigo 7 veces, me levanto 8”.
¡Qué hay de cenar hoy, mamá¡…
Firmado:
Cualquiera de nosotros

domingo, 23 de diciembre de 2012

Que hora mas larga


    CRÓNICAS DE UN PARTIDO
        “QUE HORA MÁS LARGA”
Entre rato y rato y sentado en mi sofá, en la soledad del que tiene la responsabilidad, me planteo como voy a organizar el entrenamiento para preparar el partido de esta semana. Nos toca el Zabal, un equipo duro que ya nos ganó el año anterior en su campo y que puede ponernos las cosas difícil. Su afición les empuja y además los equipos este año se están creciendo ante nosotros. Su baja posición en la tabla no nos puede desviar la concentración y creernos vencedores antes de tiempo. ¡Tengo que motivarlos para esto¡

Estoy en el trabajo pero me vienen flashes relacionados con este partido y necesito ver ya a mis jugadores. Necesito imprimirles compañerismo, concentración, ambición y derroche. Consultaré con León lo que he pensado hacer en los entrenos y en el partido. Su ayuda es altruista y muy importante y además me permite es un apoyo vital para esta responsabilidad,
Todos estos momentos de mi tiempo libre son compensados, cuando veo a estos chavales como creen en nosotros, cuando se dejan la piel en los entrenamientos y partidos, cuando vibran si un compañero mete gol o hace una buena jugada, cuando se abrazan en los goles, cuando los veo disfrutar jugando…Para nosotros es un orgullo sus progresos, como si fuesen nuestros propios hijos. Sí, esto es lo que me hace tirar hacia delante.
Llega el día del partido, y me vienen recuerdos de cuando era igual que ellos, cuando cogía las botas como si tuviesen vida y me fueran a dar la gloria, cuando  el estómago   me hacía un cosquilleo especial y cuando el tiempo se hacía interminable. Aunque parezca mentira, ahora siento algo parecido, maquillado con la experiencia y alguna cana.

Cuando llego con el coche empiezo a ver de lejos algunos de ellos que me señalan y entonces siento aún más responsabilidad. Con León los concentramos en el vestuario y les metemos una buena dosis de motivación y recordamos las tácticas de los entrenamientos. Aunque me escuchan sin rechistar lo que están deseando es salir. Así que no los hacemos sufrir más y los ponemos a calentar, a tocar balón y chutar a puerta.
En el otro lado el equipo del Zabal. Veo hoy más gente que nunca, supongo que por ser día festivo. Casi todo el perímetro está ocupado por público y ¡vaya público¡. Nos saludamos los entrenadores e intentamos que ante todo brille la deportividad, pues además son niños y hay que educarlos incluso jugando.
Los dos equipos a un lado y otro y cuando aparece el árbitro empiezo a nombrar los que van a salir en primer lugar. Ellos saben que eso da igual, pues es una cuestión táctica y van a tener su oportunidad a lo largo del partido, siempre de una forma lógica y atendiendo a lo que ocurra en cada momento.
Nos reunimos todos juntos, juntamos nuestras manos y coreamos nuestro grito de guerra “equipoooo”. En realidad, con él se nos va parte de los nervios que tenemos todos.
De entrada salen Fernando, J. Manuel, Jorge, Juan Antonio, Jorge R. y Victor. Suena el silbato y el corazón se acelera  ¡¿Cómo será el de ellos entonces?¡.
Nada más empezar se ve que ellos no vienen a pasearse y hacen un contraataque peligroso. Al principio nos cuesta concentrarnos y nos están siempre dando guerra. También ellos salen con fuerza que van perdiendo poco a poco acompañado de que en el banquillo no tienen soluciones de recambio. Salen de recambio de en distintos momentos el resto de convocados: Dani, Carlos, Javi, Jesús y Álvaro.
El partido competido, pero una genialidad de Juan Antonio picándola por encima del portero pone el 1 a 0 para nosotros. Taque de Jorge R, y un gol de Dani parecían presagiar lo mejor, pero ellos marcan de falta y el marcador se pone 2 a 1. 
Jesús en un bonito contraataque con su gran velocidad se va y marca colocada el 3 a 1. Pero pronto acorta el Zabal, 3 a 2. ¡No vea que sufrimiento¡ ¡ No conseguimos despegarnos¡.
Carlos mete el 4 a 2 y de nuevo, esta vez de penalti, ellos marcan para poner las cosas en un 4 a 3
Acaba la primera parte y es cuando intentamos hablar con ellos, corregirles posiciones, hacer nuevas tácticas y sobre todo motivarlos para que rindan al 100% de sus virtudes.
Nada más pasar unos minutos del segundo tiempo, Dani mete a bocajarro. Después se nos anula un gol. Posteriormente un paradón de Fernado nos salva, pero después llega el 5 a 4 de ellos.  Javi hace una internada por la linea de córner y centra y por poco metemos gol de cabeza.
 Ellos empieza a notar el cansancio y es cuando Rubén mete el 6 a 4 en una jugada tras un córner. Más tarde, Juan Antonio mete gol de falta y ya parecen derrumbarse, vamos 7 a 4.
Ya al final Dani mete su tercer gol y nos ponemos 8 a 4. ¡Bien por mis niños¡. ¡Cuando los veo dejarse la piel me entran ganas de abrazarlos uno a uno¡¡Nos ha costado pero creo que este va a ser nuestro sino este año¡
Cuando acaba el partido y tras la merienda que ha traído Mª del Mar y Paco  esta vez, y me despido de ellos, me siguen viniendo hasta que me duermo flashes del partido, lo curioso es que a veces se mezclan con los de mis partidos de pequeño. ¡Qué bueno es trabajar con ellos, te hace no envejecer nunca¡

Sentado en mi sofá, repaso los cambios, anoto los aciertos y errores y el planteamiento y pienso en cómo debo orientar los próximos entrenamientos, más aún cuando se trata de Los Barrios, nuestro más directo rival.
Ahora, un rato con mi familia que bastante tiempo les quito, ellos e comprenden pues saben que es mi pasión. Pienso entonces ¡Gracias a todos, pero especialmente a ellos!
Firmado
Cualquiera de nosotros               

viernes, 21 de diciembre de 2012

Cronicas de un partido


CRÓNICAS DE UN PARTIDO 
 “EL FRESCOR DE LA VICTORIA”
Cuando volvía en mi coche del partido, miré por el retrovisor y allí estaba él, con una sonrisa permanente y con la mirada fija en la ventanilla, supongo pensando en algunos lances del partido. Era el vivo ejemplo de la felicidad, del trabajo bien hecho, y del orgullo del vencedor.
Era un momento de relax que contrarrestaba con las prisas y carreras de otros viernes cuando  entre “taco y taco” sorteábamos los coches a lo Alonso a y nos quejábamos de “¿por qué salen hoy a la carretera los lentos y los camiones?” para llegar al partido tras la catequesis.
Entonces pienso en el día de hoy…:
…”¿Cómo te ha ido hoy en el cole”. ¡Bien¡.  Está claro, hoy no le voy a sacar nada del colegio, está pensando en esta tarde, en el partido.
En la comida, el niño no come, engulle y parece querer terminar como si el tiempo se nos agotase. Se levanta y corre de un lado a otro  intentando aplacar sus nervios. Entonces su hermana comenta “tiene partido hoy, ¿no?”. “Si hija, si”.
Recibo unos whatsapp de compañeros del equipo diciendo que van a faltar a Catequesis para llegar al partido pues es a las 17:45 y no daría tiempo llegar. Bueno como Dios es seguidor del PMD seguro que no le va a importar que falte”¡Bieeen¡, escucho desde el pasillo. Al menos hoy vamos a ir tranquilos.
El rival  es el Andalucía y jugamos en su campo, de tierra y con su gente. Cuando llegamos ya  estaban varios compañeros, sus padres y los entren adores. Los dos nos quedamos mirando el   campo y lo analizábamos como si pudiésemos ver el secreto para ganar. Parecía como si fuese más grande de lo habitual.
En la espera comentamos los partidos que habíamos jugado otras veces con este equipo y los incidentes tan poco agradables que habían sucedido en los mismos. Hoy se palpaba en el ambiente una cierta tensión, supongo que fruto de lo mismo.
Mientras jugaban, como no a la pelota, señalaban a los compañeros que se incorporaban hasta que J. Carlos y León los reúne en los vestuarios para ponerse la equipación y darles las últimas instrucciones.  Todos comentábamos a ver como se les daría hoy en un campo de tierra y  un ambiente adverso.
Las dos aficiones, estratégicamente separadas, nos situamos para ver el partido. El frío era terrible, cerca de 4ºC. El árbitro, ya conocido, nos había arbitrado otras veces, incluso en este campo.  El inicio se retrasa pues había algún problema con la documentación del otro equipo .
Cuando da la orden de comenzar, J. Carlos dispone a  Fernando, J, Manuel, Nicolás, Rubén, Carlos, Dani y Javi para que salgan de inicio. Durante el primer tiempo los dos equipos se analizan y aunque el balón está más tiempo en  campo contrario, no hay grandes oportunidades por ambas partes. Sin embargo, algunos de sus contrataques nos crean problemas que, como no, desbarata Fernando con estiradas imposibles y saliendo a frenar las internadas. Además, la defensa con J. Manuel y Nicolás y Jorge y Abel hace un  partido muy serio y eficaz  en lucha y anticipación, en el centro del campo; Rubén inmenso y Carlos infatigable crean el juego y destruyen el del contario; Víctor, con un gran partido, por la derecha, creando mucho peligro y rematando con fuerza y colocación;  Dani y Jorge R. en la punta luchando con la defensa, buscando la espalda de la defensa; y Javi y J. Antonio, internándose por la derecha e izquierda con desborde y habilidad.  Pero aún así, las cosas no salían hoy como otras veces: el frío, el campo...podrían ser factores que influyeran. Así hasta que cerca del final del primer tiempo, una bonita triangulación al primer toque entre Abel, Jorge R. y Víctor hace que éste encare y cruce al palo derecho  raso y fuerte metiendo el primer  gol. ¡Qué alivio¡, respirábamos todos mirándonos a la vez que gritábamos con todas nuestras fuerzas  ¡gooool¡ y felicitábamos a Víctor. Todos animábamos a todos, como si fuesen nuestros propios hijos y nos alegrábamos de sus buenas acciones por igual, e incluso  aplaudíamos cuando erraban para animarlos .
Acaba la primera parte y todos comentamos que no está siendo un gran partido, pero  que  no se les podía negar el desgaste de todos.
En la segunda parte, sigue la misma tónica, aunque las ocasiones se suceden también en nuestra portería. En una internada por la izquierda, Javi dispara pero desvía por poco el portero a córner. En una jugada embarullada en el área, J. Antonio, que ya lo había intentado antes,   saca “petróleo” en un balón muerto y mete el segundo gol. ¡Uffff¡, decíamos algunos. Se podría también destacar una escapada de Víctor por la derecha que remata fuerte pero sale ligeramente por encima del larguero.
Ellos, ya físicamente tocados, son cada vez menos peligrosos y nos ceden el dominio casi total de la pelota.
Finaliza el partido y todos se saludaban confirmando la deportividad que se había visto durante el encuentro, lejos de lo ocurrido en otras ocasiones.
Hoy no han podido venir Francisco, Jesús, Iván y Álvaro, pero seguro que se alegran de la misma forma que si hubieran jugado, pues hubiesen estado al mismo nivel de compromiso de sus compañeros.
¡Otros puntitos más¡, pensábamos. Esta vez ha sido algo más frío, como el de la noche, pero no importa. Mientras los niños meriendan lo que han preparado Nieves y Javier, algunos pensábamos ya en el partido con Los Barrios, el rival a priori a batir. ¿Cuándo nos tocará?.
Lo que si es cierto es que aunque todos nos quejemos del frío, de las horas perdidas en los entrenamientos, del estrés de llegar al partido…., en el fondo nos gusta, e incluso lo echamos de menos cuando no hay partido. En realidad ellos son nuestra proyección en el campo de lo que nos gustaría disfrutar. Por eso y por lo felices que los queremos ver nos preguntamos ¡¿Cuándo jugamos otra vez?¡
Los días posteriores no paro de comentar el partido a mis compañeros de trabajo y amigos, alargando este momento. Ya sé que no les importa mucho, pero no lo puedo evitar.
Siento un sentimiento entre de alegría y orgullo y me pregunto, como debe ser el de ellos.
Bueno, por lo pronto ¡nos vemos el martes¡
Firmado
Cualquiera de nosotros               

jueves, 20 de diciembre de 2012


CRÓNICAS DE UN DERBI
¡UN PASITO MÁS¡
Sí, éstas son las palabras que hoy y habitualmente nos inculca nuestro entrenador J.Carlos cuando acabamos ganando los partidos. Un paso más, una alegría más, una historia más que contar a mis amigos.
Estoy en la cama y empiezo a recordar el día tan intenso de hoy…:
“…De repente suena el sonido característico del whatsapp de mi madre, y tras él se suceden otros muy seguidos. ¡Sin duda, se trata de algo del equipo¡¡qué raro¡-me pregunto desconcertado pero a la vez expectante.”
Cuando mira la cara de sorpresa de mi madre sospecho lo mejor ¡vamos a hacer hoy algo especial¡. Se apresura hacia mí y me enseña el mensaje:
“ A todos los padres urgente. Me acaban de comunicar que se adelanta nuestro partido para hoy a las 5…”. ¡Biennnnn¡-grito de alegría. Mi corazón empieza a latir cada vez más rápido, se me empiezan a pasar por la mente muchas imágenes del equipo y me voy hacia mi maleta a ver si me falta algo para el partido.
Los correos siguen sonando y cada vez que suena uno mi alegría es aún mayor. ¡Ahí están las madres y padres de mis amigos confirmando su asistencia¡
Sabía que hoy iba a ser un día especial, lo intuía. El cole se me hace eterno; el reloj parece ir más lento que nunca y no paro de pensar :¡Ojalá llegue ya la tarde¡. Mis compañeros me ven más nervioso de lo habitual y me preguntan por qué. ¡Es un partido muy especial, una especie de derbi con el equipo salesianos en el que antes estábamos¡ Me pregunto ¿ cómo me sentiré ante mis antiguos compañeros?.
Cuando llego a casa la conversación, como no, se centra casi exclusivamente en torno a lo mismo, el partido de hoy. Cuando va llegando la hora le digo a mis padres ¡ venga deprisa que no llegamos a la hora¡. Mi madre revisa la maleta y salimos disparados como si fuésemos a una boda.
¡No quiero ni mirar cómo van de deprisa; los pobres, desean llegar tan puntuales como nosotros, así que no les digo nada; más rápido no pueden ir¡
Cuando llego y veo aparecer a mis compañeros la cara se me ilumina y mis nervios se aplacan pues mi seguridad aumenta con cada uno de ellos. ¡Es como si fuese ganando poderes¡. ¡Ahí están todos o casi todos¡: Carlos, Dani, Fernando J. Antonio, J. Manuel, Victor, Jorge, Francisco, Abel, Nicolás, Rubén. ¡Faltan algunos todavía¡ ¿Sabrán lo del partido?- me pregunto preocupado. Pero enseguida las últimas instrucciones de nuestros entrenadores me vuelven a centrar en el partido.¡ Estoy deseando tocar ya el césped y la pelota¡
J, Carlos y León nos hacen calentar y cada vez mis ganas por empezar el partido son más fuertes. Mi mirada se dirige entonces hacia mis antiguos compañeros y siento una sensación extraña que no sabría describir. Pero enseguida pienso que ahora somos rivales y nuestros entrenadores y padres nos han concienciado sobre este momento y su importancia.
El árbitro, ya conocido, se sitúa en el centro y se dispone a empezar. Mis piernas empiezan a sentir la necesidad de correr como nunca.
Los primeros instantes son titubeantes, pues ellos han salido muy motivados también. En las gradas nuestros padres, hermanos, tíos y abuelos, incondicionales, nos animan en cada toque e incluso en cada pérdida de balón. Cuando los miro, se congela el tiempo y pienso ¡pero si están más nerviosos que nosotros¡, se les ve en la cara.
 De repente, vuelvo al partido pues Salesianos sigue apretando y se muestra sólido detrás. Sin embargo, nuestro equipo con Fernando en la portería, , J. Manuel, Jorge y Nicolás atrás, Carlos, Rubén, Dani y Victor representan la fortaleza de este equipo, el equilibrio en todas las líneas y el sacrificio, lucha y entrega en todo momento: en la portería, no hay palabras para describirlo; la defensa sólida y eficaz; el centro, luchador ; y las bandas y la punta de ataque incisivos.
En el banquillo veo otros compañeros que se han incorporado más tarde como Javi, Iván y Jesús, junto al resto que no paran de animar y empujar nuestras acciones.
Se producen cambios y entran J. Antonio y Javi por las bandas y se empiezan a servir balones al área. En una incursión por la derecha, Javi dribla a varios jugadores en el área y tira cruzado metiendo el primer gol. Se vuelven todos locos abrazándose,y escuchamos los gritos de alegría de nuestro público . ¡Veo caras de alivio, pues no conseguíamos rematar y hacer gol¡La situación fue cambiando poco a poco, haciéndonos dueño del centro del campo y además parecía que el gol había mermado la motivación del rival. Las internadas en su área eran cada vez más frecuentes y todos pensábamos ¡necesitamos ya otro gol¡
Fernando con sus intervenciones se muestra como es, un porterazo y evita el empate con sus reflejos y estiradas dignas del mejor Casillas (¡que me perdonen los del barça¡)
En una internada por la banda, Dani recibe una asistencia y se queda sólo ante el portero metiendo el segundo. ¡Gooool¡. Respiramos tranquilos pues esto se ponía muy a favor nuestra y va a mermar más aún la moral del contrario.
Se acaba la primera parte y tras los consejos de J. Carlos y León, se reanuda la segunda, de la misma forma que terminó, con dominio nuestro.
En otra internada por la derecha , Javi le pega y mete el tercer gol. Todos nos abrazamos como si fuera el primero y sabemos que ya tenemos el partido en nuestras manos. Estos momentos de gran superioridad se culminan con un nuevo gol, esta vez de J. Manuel que le pega por alto desde la derecha. Lo celebra con su hermano pequeño que se queda mirándolo y desconcertado.
Se producen otros cambios como los de Abel que aporta seguridad defensiva y Francisco, peligrosidad y desmarque al ataque. El equipo está haciendo un partido muy serio y pronto llega el quinto, esta vez en una jugada de desborde y garra de J. Antonio. Nos miramos y no nos lo creíamos, aunque nuestro juego se lo merecía.
Ellos sacan coraje y orgullo y se lanzan al ataque, y en una acción de mala suerte meten su único gol. ¡Bueno, ya es muy tarde para que nos remonten ¡
Algo después, entra el sexto, de nuevo por Javi, que engaña al portero en su salida con un tiro colocado a la derecha. Con el rival ya rendido, un encontronazo entre Abel y su portero deja un balón muerto que Javi aprovecha para meter el séptimo.
El árbitro pita el final y todos nos abrazamos y nuestros entrenadores nos felicitan. No sé si la alegría es para mí o para mis padres, abuelos, tíos y amigos que tanto calor y frío pasan y tantas horas pierden para darnos estos momentos de felicidad. Sabemos que nuestros entrenadores están orgullosos de cómo hemos jugado, ¡se les nota en la cara¡.
Esta mañana no hubiese soñado esto así¡¡Qué equipazo¡¡Qué compañeros¡. Aquí no hay figuras, nadie destaca y todos somos importantes. Cuando sale uno, otro lo hace igual. ¡Creo que es la clave de este equipo¡.
Saludamos a nuestro rival y a la afición y nos vamos hacia la sede pues las madres han preparado una merienda para nosotros. ¡Otro regalo más¡. ¡Qué bien¡, ¡más tiempo para disfrutar del triunfo con mis compañeros¡. Camino de la sede todos recordábamos momentos del partido, pero en un momento uno comenta: ¡Qué pena que hoy no hayan podido venir Jorge R. y Álvaro ni ninguno de los que comparten con nosotros las horas de entrenamiento¡. ¡Va también por ellos esta victoria¡.
En la sede, y tras ponernos morados entre bromas y bromas, J. Carlos nos muestra el trofeo que ganaron como entrenadores, Jose, León y él, el año pasado, y nos la dedican por, según ellos, ser los protagonistas de lograrla. Antes de irnos, nos hacimos la foto familiar.
… Se me están ya cerrando los ojos, pero aún siguen pasando escenas del partido, bromas de mis compañeros,…, pero me quedo con las caras de alegría de todos nosotros y las de los entrenadores tras los goles y las de felicidad de nuestros familiares.
Creo que ha sido suficiente por hoy. Estoy deseando que llegue mañana para contarlo en el cole. Voy a cerrar ya los ojos.
¡Buenas noches equipo y dulces sueños¡
Firmado: Cualquiera de nosotros