Cuando uno decide complicarse un poco la vida y esto de ser entrenador de fútbol base, lo es, ocurren muchas cosas tanto positivas como negativas, el ser humano tiende a quedarse con las cosas positivas y dejar en un segundo plano las negativas (al menos se intenta), aunque desde luego no se nos olvide ninguna.
Una de esas cosas que te llenan, es la ilusión de los niños por el próximo entrenamiento, por el próximo partido, esas caras, que ves en los mas pequeños, esa felicidad, por jugar con sus compañeros de equipo, cuando dan un pase, cuando meten un gol...
Siempre recordare a un pelusa (5 años) que en uno de esos típicos días de lluvia, viento.... nunca faltaba a su cita, se presentaba vestido para el entreno, porque no se creía lo que su padre le decía "hoy no hay entrenamiento".
El padre harto de escucharlo lo metía en el coche y lo llevaba a la sede para que se cerciorase de que así era...
Esas cosas también se ven en las fotos. Es simplemente eso.
"Soy feliz jugando al fútbol"
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