jueves, 20 de diciembre de 2012


CRÓNICAS DE UN DERBI
¡UN PASITO MÁS¡
Sí, éstas son las palabras que hoy y habitualmente nos inculca nuestro entrenador J.Carlos cuando acabamos ganando los partidos. Un paso más, una alegría más, una historia más que contar a mis amigos.
Estoy en la cama y empiezo a recordar el día tan intenso de hoy…:
“…De repente suena el sonido característico del whatsapp de mi madre, y tras él se suceden otros muy seguidos. ¡Sin duda, se trata de algo del equipo¡¡qué raro¡-me pregunto desconcertado pero a la vez expectante.”
Cuando mira la cara de sorpresa de mi madre sospecho lo mejor ¡vamos a hacer hoy algo especial¡. Se apresura hacia mí y me enseña el mensaje:
“ A todos los padres urgente. Me acaban de comunicar que se adelanta nuestro partido para hoy a las 5…”. ¡Biennnnn¡-grito de alegría. Mi corazón empieza a latir cada vez más rápido, se me empiezan a pasar por la mente muchas imágenes del equipo y me voy hacia mi maleta a ver si me falta algo para el partido.
Los correos siguen sonando y cada vez que suena uno mi alegría es aún mayor. ¡Ahí están las madres y padres de mis amigos confirmando su asistencia¡
Sabía que hoy iba a ser un día especial, lo intuía. El cole se me hace eterno; el reloj parece ir más lento que nunca y no paro de pensar :¡Ojalá llegue ya la tarde¡. Mis compañeros me ven más nervioso de lo habitual y me preguntan por qué. ¡Es un partido muy especial, una especie de derbi con el equipo salesianos en el que antes estábamos¡ Me pregunto ¿ cómo me sentiré ante mis antiguos compañeros?.
Cuando llego a casa la conversación, como no, se centra casi exclusivamente en torno a lo mismo, el partido de hoy. Cuando va llegando la hora le digo a mis padres ¡ venga deprisa que no llegamos a la hora¡. Mi madre revisa la maleta y salimos disparados como si fuésemos a una boda.
¡No quiero ni mirar cómo van de deprisa; los pobres, desean llegar tan puntuales como nosotros, así que no les digo nada; más rápido no pueden ir¡
Cuando llego y veo aparecer a mis compañeros la cara se me ilumina y mis nervios se aplacan pues mi seguridad aumenta con cada uno de ellos. ¡Es como si fuese ganando poderes¡. ¡Ahí están todos o casi todos¡: Carlos, Dani, Fernando J. Antonio, J. Manuel, Victor, Jorge, Francisco, Abel, Nicolás, Rubén. ¡Faltan algunos todavía¡ ¿Sabrán lo del partido?- me pregunto preocupado. Pero enseguida las últimas instrucciones de nuestros entrenadores me vuelven a centrar en el partido.¡ Estoy deseando tocar ya el césped y la pelota¡
J, Carlos y León nos hacen calentar y cada vez mis ganas por empezar el partido son más fuertes. Mi mirada se dirige entonces hacia mis antiguos compañeros y siento una sensación extraña que no sabría describir. Pero enseguida pienso que ahora somos rivales y nuestros entrenadores y padres nos han concienciado sobre este momento y su importancia.
El árbitro, ya conocido, se sitúa en el centro y se dispone a empezar. Mis piernas empiezan a sentir la necesidad de correr como nunca.
Los primeros instantes son titubeantes, pues ellos han salido muy motivados también. En las gradas nuestros padres, hermanos, tíos y abuelos, incondicionales, nos animan en cada toque e incluso en cada pérdida de balón. Cuando los miro, se congela el tiempo y pienso ¡pero si están más nerviosos que nosotros¡, se les ve en la cara.
 De repente, vuelvo al partido pues Salesianos sigue apretando y se muestra sólido detrás. Sin embargo, nuestro equipo con Fernando en la portería, , J. Manuel, Jorge y Nicolás atrás, Carlos, Rubén, Dani y Victor representan la fortaleza de este equipo, el equilibrio en todas las líneas y el sacrificio, lucha y entrega en todo momento: en la portería, no hay palabras para describirlo; la defensa sólida y eficaz; el centro, luchador ; y las bandas y la punta de ataque incisivos.
En el banquillo veo otros compañeros que se han incorporado más tarde como Javi, Iván y Jesús, junto al resto que no paran de animar y empujar nuestras acciones.
Se producen cambios y entran J. Antonio y Javi por las bandas y se empiezan a servir balones al área. En una incursión por la derecha, Javi dribla a varios jugadores en el área y tira cruzado metiendo el primer gol. Se vuelven todos locos abrazándose,y escuchamos los gritos de alegría de nuestro público . ¡Veo caras de alivio, pues no conseguíamos rematar y hacer gol¡La situación fue cambiando poco a poco, haciéndonos dueño del centro del campo y además parecía que el gol había mermado la motivación del rival. Las internadas en su área eran cada vez más frecuentes y todos pensábamos ¡necesitamos ya otro gol¡
Fernando con sus intervenciones se muestra como es, un porterazo y evita el empate con sus reflejos y estiradas dignas del mejor Casillas (¡que me perdonen los del barça¡)
En una internada por la banda, Dani recibe una asistencia y se queda sólo ante el portero metiendo el segundo. ¡Gooool¡. Respiramos tranquilos pues esto se ponía muy a favor nuestra y va a mermar más aún la moral del contrario.
Se acaba la primera parte y tras los consejos de J. Carlos y León, se reanuda la segunda, de la misma forma que terminó, con dominio nuestro.
En otra internada por la derecha , Javi le pega y mete el tercer gol. Todos nos abrazamos como si fuera el primero y sabemos que ya tenemos el partido en nuestras manos. Estos momentos de gran superioridad se culminan con un nuevo gol, esta vez de J. Manuel que le pega por alto desde la derecha. Lo celebra con su hermano pequeño que se queda mirándolo y desconcertado.
Se producen otros cambios como los de Abel que aporta seguridad defensiva y Francisco, peligrosidad y desmarque al ataque. El equipo está haciendo un partido muy serio y pronto llega el quinto, esta vez en una jugada de desborde y garra de J. Antonio. Nos miramos y no nos lo creíamos, aunque nuestro juego se lo merecía.
Ellos sacan coraje y orgullo y se lanzan al ataque, y en una acción de mala suerte meten su único gol. ¡Bueno, ya es muy tarde para que nos remonten ¡
Algo después, entra el sexto, de nuevo por Javi, que engaña al portero en su salida con un tiro colocado a la derecha. Con el rival ya rendido, un encontronazo entre Abel y su portero deja un balón muerto que Javi aprovecha para meter el séptimo.
El árbitro pita el final y todos nos abrazamos y nuestros entrenadores nos felicitan. No sé si la alegría es para mí o para mis padres, abuelos, tíos y amigos que tanto calor y frío pasan y tantas horas pierden para darnos estos momentos de felicidad. Sabemos que nuestros entrenadores están orgullosos de cómo hemos jugado, ¡se les nota en la cara¡.
Esta mañana no hubiese soñado esto así¡¡Qué equipazo¡¡Qué compañeros¡. Aquí no hay figuras, nadie destaca y todos somos importantes. Cuando sale uno, otro lo hace igual. ¡Creo que es la clave de este equipo¡.
Saludamos a nuestro rival y a la afición y nos vamos hacia la sede pues las madres han preparado una merienda para nosotros. ¡Otro regalo más¡. ¡Qué bien¡, ¡más tiempo para disfrutar del triunfo con mis compañeros¡. Camino de la sede todos recordábamos momentos del partido, pero en un momento uno comenta: ¡Qué pena que hoy no hayan podido venir Jorge R. y Álvaro ni ninguno de los que comparten con nosotros las horas de entrenamiento¡. ¡Va también por ellos esta victoria¡.
En la sede, y tras ponernos morados entre bromas y bromas, J. Carlos nos muestra el trofeo que ganaron como entrenadores, Jose, León y él, el año pasado, y nos la dedican por, según ellos, ser los protagonistas de lograrla. Antes de irnos, nos hacimos la foto familiar.
… Se me están ya cerrando los ojos, pero aún siguen pasando escenas del partido, bromas de mis compañeros,…, pero me quedo con las caras de alegría de todos nosotros y las de los entrenadores tras los goles y las de felicidad de nuestros familiares.
Creo que ha sido suficiente por hoy. Estoy deseando que llegue mañana para contarlo en el cole. Voy a cerrar ya los ojos.
¡Buenas noches equipo y dulces sueños¡
Firmado: Cualquiera de nosotros