CRÓNICAS DE UN PARTIDO
“QUE
HORA MÁS LARGA”
Entre rato y rato y sentado en mi
sofá, en la soledad del que tiene la responsabilidad, me planteo como voy a
organizar el entrenamiento para preparar el partido de esta semana. Nos toca el
Zabal, un equipo duro que ya nos ganó el año anterior
en su campo y que puede ponernos las cosas difícil. Su afición les empuja y
además los equipos este año se están creciendo ante nosotros. Su baja posición
en la tabla no nos puede desviar la concentración y creernos vencedores antes
de tiempo. ¡Tengo que motivarlos para esto¡
Estoy
en el trabajo pero me vienen flashes relacionados con este partido y necesito
ver ya a mis jugadores. Necesito imprimirles compañerismo, concentración,
ambición y derroche. Consultaré con León lo que he pensado hacer en los
entrenos y en el partido. Su ayuda es altruista y muy importante y además me
permite es un apoyo vital para esta responsabilidad,
Todos
estos momentos de mi tiempo libre son compensados, cuando veo a estos chavales
como creen en nosotros, cuando se dejan la piel en los entrenamientos y
partidos, cuando vibran si un compañero mete gol o hace una buena jugada,
cuando se abrazan en los goles, cuando los veo disfrutar jugando…Para nosotros
es un orgullo sus progresos, como si fuesen nuestros propios hijos. Sí, esto es
lo que me hace tirar hacia delante.
Llega el día del partido, y me
vienen recuerdos de cuando era igual que ellos, cuando cogía las botas como si
tuviesen vida y me fueran a dar la gloria, cuando el estómago
me hacía un cosquilleo especial y
cuando el tiempo se hacía interminable. Aunque parezca mentira, ahora siento
algo parecido, maquillado con la experiencia y alguna cana.
Cuando
llego con el coche empiezo a ver de lejos algunos de ellos que me señalan y
entonces siento aún más responsabilidad. Con León los concentramos en el
vestuario y les metemos una buena dosis de motivación y recordamos las tácticas
de los entrenamientos. Aunque me escuchan sin rechistar lo que están deseando
es salir. Así que no los hacemos sufrir más y los ponemos a calentar, a tocar
balón y chutar a puerta.
En
el otro lado el equipo del Zabal. Veo hoy más gente
que nunca, supongo que por ser día festivo. Casi todo el perímetro está ocupado
por público y ¡vaya público¡. Nos saludamos los entrenadores e intentamos que
ante todo brille la deportividad, pues además son niños y hay que educarlos
incluso jugando.
Los dos equipos a un lado y otro
y cuando aparece el árbitro empiezo a nombrar los que van a salir en primer
lugar. Ellos saben que eso da igual, pues es una cuestión táctica y van a tener
su oportunidad a lo largo del partido, siempre de una forma
lógica y atendiendo a lo que ocurra en cada momento.
Nos reunimos todos juntos,
juntamos nuestras manos y coreamos nuestro grito de guerra “equipoooo”.
En realidad, con él se nos va parte de los nervios que tenemos todos.
De entrada salen Fernando, J.
Manuel, Jorge, Juan Antonio, Jorge R. y Victor. Suena
el silbato y el corazón se acelera
¡¿Cómo será el de ellos entonces?¡.
Nada
más empezar se ve que ellos no vienen a pasearse y hacen un contraataque
peligroso. Al principio nos cuesta concentrarnos y nos están siempre dando
guerra. También ellos salen con fuerza que van perdiendo poco a poco acompañado
de que en el banquillo no tienen soluciones de recambio. Salen de recambio de
en distintos momentos el resto de convocados: Dani,
Carlos, Javi, Jesús y Álvaro.
El partido competido, pero una
genialidad de Juan Antonio picándola por encima del portero pone el 1 a 0 para
nosotros. Taque de Jorge R, y un gol de Dani parecían
presagiar lo mejor, pero ellos marcan de falta y el marcador se pone 2 a 1.

Carlos mete el 4 a 2 y de nuevo,
esta vez de penalti, ellos marcan para poner las cosas en un 4 a 3
Acaba
la primera parte y es cuando intentamos hablar con ellos, corregirles
posiciones, hacer nuevas tácticas y sobre todo motivarlos para que rindan al
100% de sus virtudes.
Nada más pasar unos minutos del
segundo tiempo, Dani mete a bocajarro. Después se nos
anula un gol. Posteriormente un paradón de Fernado nos salva, pero después llega el 5 a 4 de ellos. Javi hace una internada por la linea de córner y centra y por poco metemos gol de cabeza.
Ellos
empieza a notar el cansancio y es cuando Rubén mete el 6 a 4 en una jugada tras
un córner. Más tarde, Juan Antonio mete gol de falta y ya parecen derrumbarse,
vamos 7 a 4.
Ya al final Dani
mete su tercer gol y nos ponemos 8 a 4. ¡Bien por mis niños¡. ¡Cuando los veo
dejarse la piel me entran ganas de abrazarlos uno a uno¡¡Nos ha costado pero
creo que este va a ser nuestro sino este año¡
Cuando
acaba el partido y tras la merienda que ha traído Mª del Mar y Paco esta vez, y me despido de ellos, me siguen
viniendo hasta que me duermo flashes del partido, lo curioso es que a veces se
mezclan con los de mis partidos de pequeño. ¡Qué bueno es trabajar con ellos,
te hace no envejecer nunca¡
Sentado
en mi sofá, repaso los cambios, anoto los aciertos y errores y el planteamiento
y pienso en cómo debo orientar los próximos entrenamientos, más aún cuando se
trata de Los Barrios, nuestro más directo rival.
Ahora, un rato con mi familia que
bastante tiempo les quito, ellos e comprenden pues saben que es mi pasión.
Pienso entonces ¡Gracias a todos, pero especialmente a ellos!
Firmado
Cualquiera de
nosotros